Fractured Mind: una reseña relajada.

Fernando "Tianlong" López


Hacer reseñas de videojuegos es algo serio. Revistas, sitios de internet, bloggeros, youtubers y prácticamente cualquiera que tenga acceso a un juego y a internet puede hacerlo. El resultado de lo anterior es, con frecuencia, análisis minuciosos, técnicos y a veces filosóficos; verdaderas piezas de genialidad que invitan a los lectores a probar por ellos mismos el videojuego en cuestión. La intención de este artículo es la misma.

Pero...

Seamos sinceros, no siempre se puede lograr una pieza digna del Pulitzer. Así que ¿por qué no hacer una revisión más casual de un juego? En este pequeño experimento tendrá dos partes: primero te mostraremos una breve presentación del juego y algunas opiniones recopiladas algunos foros y reseñas de distintos medios para tener una idea de la opinión popular respecto al mismo. En la segunda se darán las opiniones propias después de haber jugado el título contrastando la experiencias y opiniones.
Fractured minds es un juego que muestra lo que es la ansiedad


Después de tanto rollo, comencemos con lo que nos atañe.

La voz del pueblo

Hace unas semanas, mientras afuera caía una tormenta de esas que inundan la CDMX, me encontraba yo explorando las ofertas de la tienda de Nintendo desde mi Switch encontré un juego que pude obtener por un irrisorio precio. Fractured minds prometía dar la experiencia de una enfermedad mental, la ansiedad. Curiosa primicia para un juego. En fin, aquella compra quedó olvidada en medio de las múltiples tareas y obligaciones hasta que hace unos días decidí que era el momento de probarlo. 

Este juego fue diseñado por Emily Mitchell y publicada por Wired Productions para PS4,  Xbox One, Windows, IOS, y finalmente Nintendo Switch. Fue lanzado el 14 de noviembre de 2017 y la diseñadora británica ganó el premio BAFTA. Como si estas fueran pocas credenciales, el 80% de las ganancias por este juego son destinadas para la lucha contra las enfermedades mentales. Nos divertimos y ayudamos al comprarlo. ¡Qué ofertón! Ahora sólo quedaba una cuestión...

¿Es cierto que este juego te hace comprender cómo se siente la ansiedad?



Me encantaría decir que encontré opiniones divididas y amplios debates que emularan a los que ocurrían en la antigua Grecia, pero no. Lo cierto es que las buenas reseñas son constantes, aunque diferentes. Por ejemplo el análisis de Loliole84 en la página comunidadxbox.com dice "lo más importante de Fractured minds no es la jugabilidad en sí. Son los sentimientos y sensaciones que te deja cuando lo estas jugando y cuando lees el último mensaje."   Otra cosa que destaca esta reseña es el apartado musical obra de Kai Engel.

Por otro lado, Borja Pavón en Eurogamer.es reproduce las palabras de la diseñadora del juego "Quería crear un juego que significara algo, algo con lo que la gente pudiera sentirse identificada. Hay mucho estigma alrededor de la salud mental. Es básicamente una enfermedad invisible desde fuera." Teniendo en cuenta lo anterior, podría clasificarse de juego serio, entendiendo lo anterior como un juego que busca dejar una enseñanza, más allá de la diversión.
Emily Mitchell, ganadora del BAFTA

Pero ¿Qué dicen los jugadores? 

En la página de Steam de este juego se pueden encontrar calificaciones excelentes. Entre los comentarios destacados podemos encontrar los siguientes: 

Brackisfawn6: aunque crea que Fractured minds tenga un enfóque equivocado, aplaudo a Emily que, con tan sólo 17 años ya cuenta con un premio BAFTA se haya atrevido a realizar un proyecto como este. 

Polinchi: Un juego meticuloso que se resuelve unos minutos donde la autora quiso retratar la experiencia de vivir con ansiedad/ataques de pánico. Más que un "juego" es una pequeña experiencia narrativa que busca explorar la situación a través de capítulos reducidos.  Si bien no la sufro yo mismo, conozco gente que si, y el juego puede iluminar un poco sobre que se siente. 

Pero no todas son buenas críticas, algunos de los comentarios negativos utilizan adjetivos como soso, aburrido o muy abstracto.  ¿Sera entonces que la buena recepción esta ligada más bien a la simpatía que hay con la causa del juego y no con el juego en sí? Esa pregunta será respondida en la siguiente entrada.

Ahora se mencionarán spoilers, si no quieres saberlos salta hasta las Conclusiones.

El dolor en el corazón


La experiencia del autor 

Teniendo lo anterior me dispuse a probar el aclamado juego. El menú minimalista me anunció que la estética del juego, bueno para el precio del juego tampoco es que se podría exigir más. Y comienzas el juego así, sin explicación de controles o un objetivo, dentro de una habitación que debes de explorar como Dios te de a entender para encontrar la manera de salir de ella y avanzar. De vez en cuando, al interactuar con los objetos, aparecen mensajes desalentadores, linduras que bien pudiste escuchar de algún adulto durante tu niñez,  algo común para mi y para muchos conocidos.

Lo anterior se repite en las siguientes habitaciones: lo que parece un ambiente común y a veces hasta lindo se transforma poco a poco en un escenario triste, desolador. Creo que es importante destacar que las sensaciones que ofrece este juego no pretenden llegar al terror,  lo cual concuerda con lo que dice el juego que es: una experiencia de ansiedad. La transformación lenta de un situación común hasta una en la que la desesperación es palpable es, a mi parecer, junto a la música lo mejor del juego.

Algo más que me gustaría destacar el enemigo que aparece el ciertos niveles y que funge de jefe final. Este personaje no tienen nombre (hasta donde sé), y  recuerda por la imagen al ya mítico Slenderman por sus extremidades largas y cuerpo negro. No tiene diálogos ni mayor interacción directa con el jugador, pero sus apariciones muestras acciones terribles. ¿Será un personaje en sí o una representación del mal que te acosa? 

Acabar el juego no me llevó más de quince minutos, en ese tiempo todo fue una experiencia de contemplación, exploración con una batalla final que es igual de críptica que todos los demás aspectos del juego.

Conclusiones
   
Fractured minds sin duda cumple con lo que propone: darte una experiencia nueva que te acerca a las sensaciones de alguien que sufre ansiedad. Concuerdo con aquellas voces que sugieren a este título como una experiencia contemplativa, de simulación, aunque no dudaría de su naturaleza como juego. Sin duda recomiendo este juego pues, más allá de su corta duración o de la sencillez de sus mecánicas, es un ejemplo de cómo se puede transmitir sensaciones con pocos recursos. ¿Se puede decir que jugándolo podrás comprender lo que es vivir con una enfermedad mental como la ansiedad? No creo que se pueda dar una respuesta totalmente afirmativa a esa pregunta. Sin embargo, si se puede comprender una de las maneras en las que los enfermos pueden sentirse a partir de esta experiencia lúdica.

Fuentes 






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