El encanto del Terror

 Mario H. Vázquez 


Pensando en la época del año decidí dedicarle un post al tema del Terror (déjenme les digo que me encantan las películas y juegos de Terror 😁) así que prepárense, porque en este post les hablaré un poco de porque algo que nos produce terror/horror puede cautivarnos.

Escena del remake "Night of the Living Dead" (21st Century Film Corporation) de 1990

Comenzaré con un poco de historia personal: ¿cómo fue mi primer acercamiento al Terror?, horrible jajaja, la primer película de Terror que recuerdo es el remake de "La Noche de los Muertos Vivientes", recuerdo muy bien un zombie de esa película y lo mucho que me dio miedo y bueno después adopté el miedo por Pennywise y las coladeras de "Eso" (gracias a mi hermana y mi prima). Tiempo después me enganché increíblemente con una serie de libros llamada "Escalofríos", devoré las historias e incluso pedí que me trajeran algunos libros, que no encontraba, de EUA. Ahí oficialmente me empezó a cautivar el Terror, y aunque era en versión infantil, es un "encanto" que se ha mantenido a la fecha.

Una vez que ya les di un poco de contexto de cómo se inició mi gusto personal, empecemos por explicar un poco de los conceptos básicos del tema, brevemente les explicaré sobre el mecanismo del miedo en el cerebro.


Cerebro y Miedo

Vista sagital y semi frontal del cerebro, se aprecia la amígdala y otras estructuras cerebrales

Las investigaciones sobre el miedo se han centrado en la amígdala, situada en el sistema límbico y parte de lo que se conoce comúnmente como el "cerebro emocional", se ubica en la parte interna del lóbulo temporal del cerebro.

La amígdala tiene una función de integración de las emociones y sus consecuentes respuestas, gracias a su ubicación y algunas proyecciones participa en respuestas a: emisión o inhibición de respuestas emocionales, miedo y reacción de lucha/huida (fight or flight en inglés), aprendizaje emocional, memoria, conducta sexual, agresión y saciedad. Como pueden ver la amígdala participa en muchos procesos y no es exclusiva de algo percibido como negativo, como el miedo. 

Una vez que un estímulo es recibido se evalúa el tipo de estímulo que es, ya sea una caricia, cosquillas o un grito de dolor y nuestro cerebro procesa el tipo de estímulo junto con el contexto que se tiene para adecuar una respuesta a este, ya sea positivo o negativo. Por motivos de espacio y síntesis no abundaré mucho en esta explicación, pero al final del texto les dejo bibliografía para que sepan más del trabajo de la amígdala .

Para este post me basé en dos artículos, el primero me va a ayudar para explicarles un poco de las diferencias entre sentimientos de asombro y sentimientos de terror. Taylor y Uchida (2019) realizaron una investigación sobre la percepción del asombro y el terror, sus posibles puntos en común y las áreas en las que se diferenciaban, esto surge de la premisa que ante la sorpresa y el terror estamos expuestos a un cambio en una premisa mental ya establecida.

Dug, personaje de la película "Up" (Disney)

Sabemos que no existen los perros que hablan, esta es nuestra premisa, los perros no hablan, pero si sucede algo que nos haga cuestionarnos tal premisa es donde surge una disonancia mental, este cambio puede o asombrarnos o generar miedo y generar una necesidad de acomodamiento cognitivo, como es denominado por las investigadoras.

En su estudio las investigadores encuestaron a los participantes sobre situaciones de asombro u horror que ellos hubieran vivido, con base en sus respuestas y en parámetros que establecieron encontraron que el asombro venía casi siempre por una situación más simbólica o espiritual mientras que el horror por algo más extremo y difícil de asimilar, aunque ambas respuestas se suscitaban después de percibir un cambio en las premisas mentales ya establecidas.

Este componente de adaptarse al cambio en la premisa será útil para entender el siguiente artículo un poco más.


Sobre el gusto al terror

                                     Imagen usada en la saga de juegos "Silent Hill" (Konami Computer Entertainment)

El segundo artículo es un meta análisis sobre investigaciones del gusto por consumir contenido de terror. 

Analizando varios estudios psicológicos que se han llevado a cabo a lo largo de los años y concretizando en medida de lo posible todos los resultados reportados, Martin (2019) nos expone los puntos concretos:

 - Bajos niveles de empatía y carencia de miedo en general, son puntos que se encuentran entre las personas que prefieren el contenido de terror. Esto se refiere a empatizar con los personajes mostrados en los diversos medios.

- Existe una relación positiva de búsqueda de sensaciones y gusto por el horror, aunque no siempre sea consistente. El rasgo de búsqueda de sensaciones puede explicarse como "búsqueda de sensaciones y experiencias variadas, nuevas, complejas, intensas y la disponibilidad de tomar riesgos físicos, sociales, legales, financieros con tal de vivir tales experiencias" (Zuckerman citado en Martin, 2019) Esto nos indica que la gente que busca más experimentar emociones de tipo aventura, podría tender a preferir más el contenido de terror.

- Los niños pequeños muestran más miedo a estímulos simbólicos, mientras que los mayores a estímulos más concretos.

Portada del juego "Left 4 Dead" (Valve South)


En general a lo largo del meta análisis se puede observar que el primer punto es el que más se presenta a lo largo de las investigaciones y podría ser el marcador más adecuado para señalar un gusto por consumir contenido de terror.

Ante la búsqueda de las sensaciones, consumir contenido de terror conlleva a tener una respuesta positiva en aquellos que lo consumen, no es en sí el hecho de buscar el contenido por tener una mala experiencia, sino, que toda la experiencia de consumo de estos medios deja en las personas que lo consumen algo positivo. Otro punto interesante a destacar es el hecho de que las personas que consumen más contenido de horror tienden a presentar mayores "calificaciones" de  imaginación/intelecto, basado en uno de los estudios mencionados, esto se liga con tener una mayor capacidad de adaptación cognitiva al cambio en las premisas preestablecidas.

Se menciona también que la gente que prefiere el contenido de terror, tiene una respuesta ante situaciones "límite" o "extremas" más mesurada respecto de personas que comúnmente no consuman contenido de este tipo, esto conlleva a concluir que hay más regulación del  control emocional en la gente que consume terror.

Dracula de la película "Bram Stoker's Dracula" de Francis Ford Coppola


Aunque el autor señala adecuadamente que no hay un consenso sobre los materiales usados para las investigaciones, en ocasiones se usaron a pocas personas para la muestra y que faltan más estudios que correlacionen las respuestas cerebrales ante el estímulo de terror (usando neuroimagen y más investigaciones neuropsicológicas).

En general la gente consume contenido de terror por los procesos asociados a tener una "experiencia" de este tipo, esto sumado a componentes personales específicos de asimilación de estos temas, hace que la gente lo prefiera y lo busque.

Los dejo con la cita de Dario Argento, puesta por el autor al final del artículo: "Sin la psicología, las películas de horror no existirían".






Referencias

"La Amígdala Cerebral" post del Consejo Mexicano de Neurociencias A.C.
 https://www.consejomexicanodeneurociencias.org/post/la-amígdala-cerebral

Taylor P.M., Uchida Y. (2019) "Awe or horror: differentiating two emotional responses to schema incongruence", Cognition and Emotion, Volume 33, Issue 8, 1548-1561
https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/02699931.2019.1578194?journalCode=pcem20

Martin N.G. (2019) "(Why) Do you like scary movies? A review of the empirical research on psychological responses to horror films", Frontiers in Psychology, 10:2298.
https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fpsyg.2019.02298/full





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