Y a todo esto… ¿Nos hicieron bien los videojuegos?

Por: Rodrigo "Rho" Rivera

El año se nos está yendo gente, el confinamiento ha durado más del 70% de lo que va del año, lo cual es DEMASIADO, prácticamente 3 de las 4 estaciones, los sentimientos y emociones ya no encuentran cabida para salir, pasamos de una histeria colectiva a una depresión colectiva y ahora a un aplanamiento colectivo y al parecer la esperanza de que esto termine pronto, poco a poco se desvanece más rápido que un Boo volteado a ver.

Recién este sábado nos enteramos de una fiesta clandestina en pleno semáforo de color… ¿Se acuerdan de esas paletitas de semáforo de dulce que se suponía que eran rojo, amarillo y verde, pero en realidad el verde estaba hasta arriba o en el mejor de los casos el amarillo era un tipo de naranja oscuro bastante creepy? Si alguien se pregunta en que color andamos, bastará con ver y disfrutar una de estas ricas paletas, si no tienes ni idea de que hablamos, no te preocupes aquí te dejamos una imagen. 

Incluso el hecho de que en recientes días nos topamos por tercera, cuarta, quinta vez en el punto más alto de personas diagnosticadas con COVID, hace que nos preguntemos o incluso tengamos ya la idea certera de que el mundo después de la pandemia… no volverá a ser el mismo.

Y es por eso que después de este pequeño breviario quiero quedarme con esta última reflexión, el mundo no volverá a ser el mismo, la manera de relacionarnos no volverá a ser la misma, EL CONTACTO y el VÍNCULO serán un nuevo tema a platicar e incluso como humanidad, sociedad, comunidad y es ahí en donde los videojuegos tienen una gran cabida y ¿Por qué no? regresar a la cuestión anterior y pensar que sería una de las nuevas formas en que podríamos generar maneras de vincularnos.

Cuando el confinamiento empezó, al poco rato como buena tendencia llegaron los memes enfocados en los weirdos, en los nerds, en los geeks y si, los gamers, quienes a veces estamos en las 3, lo gracioso es que esos memes como todo BUEN MEME estaban muy cercanos a la realidad y es que la idea central se enfocaba en demostrar que a los gamers nos había venido muy bien el quedarnos en casa, sin mayor contacto social, sin reuniones incómodas en donde los temas de conversación fueran interrumpidos por reggaetón del rasposo (ojo, nada en contra del reggaetón rasposo).

Algo que se logró fue alargar, aunque fuese un poco, el tiempo que pasábamos dedicándoselo a los videojuegos, tal vez esa hora y media que te hacías del trabajo o la escuela a la casa, ahora podía ser ocupado por echar un par de partidas y ver realidades chuscas y geniales en Animal Crossing.

Y lo primero que sucedió que nos dolió fue el cese de actividades recreativas, donde podíamos disfrutar de una buena charla, de música y hasta de una buena cerveza, y otra realidad también fue que con el confinamiento las reuniones continuaron…pero en los servidores, los modos “Fiesta” en las diferentes plataformas y juegos pasaron de ser el -OBVIO jamás entraré ahí- al -Cáele a mi reunión- y claro a vestir con tus mejores skins a tu avatar porque antes muertx que sencillx.



¿Y es que sabes? Fue el momento idóneo para colaborar, para entrenar, para pedir ayudar para mejorar. Como dice Schneider en 2017, las situaciones propiciadas generaron empatía, paciencia (tan sólo imagina a aquella persona que se dio el chance de explicarle como construir a otra en Fortnite), lo cual a su vez generaba situaciones desencadenantes de factores motivacionales, de compromiso, independencia y es que no lo digo yo, lo dicen los que saben.

Los juegos en donde por excelencia se vive la colaboración como Minecraft explotaron, REAL, de estar sin hacer nada, aburrido y perdiendo niveles de oxitocina por el aburrimiento, la gente prefiere meterse un rato a ver como se transforma un bosque en una estructura determinada o hacer conteo de eliminaciones mientras echabas la partida de Apex o Rainbow Six, pero con la bondad del chat de voz y el crossplay (el cual creemos que es una de las ideas que salvará al mundo de la perdición).

No hay mejor época para que haya existido el crossplay, no importaba si tenías Xbox, PS, Switch, PC o incluso celular, si querías jugar había que interactuar y colaborar y vincularse y hacer trabajo en equipo, todo se volvió un modus vivendi cotidiano el jugar con tu cuate o cuata de PS pero tu con Xbox y de nuevo y no nos cansaremos de decirlo: INTERACTUAR, VINCULARSE, COLABORAR, EMPATIZAR.

Oye oye oye…pero espera ¿Que no los gamers son aquellos niños rata, insoportables sin ninguna habilidad social? Muchos nos sorprenderíamos de la manera en que esta etiqueta fue remplazada por nombre reales, en vez de “El raro” ahora existía un -Oye que buena onda es MexStar459- o - ya agregaste a YuiSora como amiga, trae unos gameplays bárbaros- y así casi sin darnos cuenta se comenzaron a forjar nuevas alianzas, nuevas relaciones, nuevos vínculos algunos incluso mucho más sólidos y cercanos.

Sin duda y como lo mencionábamos anteriormente la manera de relacionarnos y el mundo en su totalidad cambiará después de que la situación de confinamiento desaparezca, en MVG Therapy no nos jactamos de inventar el hilo negro, pero si de encontrar hilos rojos, azules, verdes y rosas y a partir de ellos crear cosas fabulosas y una de estas es vislumbrar un poco como las relaciones interpersonales cambiarán no sabemos si para bien o para mal pero los videojuegos alzan la mano para contribuir a esto, todo indica que será para bien pero no tenemos la última palabra.

Lo cierto es que tiene mas de 15 años que decimos que el mundo cambiará gracias a la tecnología, el-mundo-va-a-cambiar, a algunos y algunas les ha sido mas perceptible este cambio, pero LO CIERTO es que después de este 2020 muy pocas personas quedarán fuera de este cambio, hoy a finales de este año diferente, peculiar, tortuoso, pero no perdido podemos decir que la tecnología en nuestras vidas es innegable y como sociedad mexicana me encantaría decir en algún momento que los videojuegos en nuestras vidas son innegables, puesto que no solo podemos verlos desde el punto de vista del fontanero salvando princesas o eliminando zombis por doquier, si no desde el punto en donde los videojuegos están construyendo y colaborando para tener un mundo mejor.




Referencia.

 

Nebel, S., Schneider, S., Beege, M., Kolda, F., Mackiewicz, V., & Rey, G. (2017). You cannot do this alone! Increasing task interdependence in cooperative educational videogames to encourage collaboration. Educational Technology Research & Development65(4), 993–1014. https://doi.org/10.1007/s11423-017-9511-8


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