Si algún día te perdiera... me perdería a mí mismo
Mario H. Vázquez
Desde que nos enteramos de la adaptación de "The Last of Us" en una serie de televisión, los fanáticos de los juegos nos regocijamos con la idea de volver ver la historia de Joel y Ellie en la tv y saber cómo nuestra experiencia con estos juegos podría expandirse más. Y a la fecha la serie sirvió para darnos más trasfondo de algunos personajes, tomando algunas nuevas perspectivas para que funcionaran mejor en un producto televisivo.
Hoy quisiera escribir de estas nuevas perspectivas, y en especial, del enfoque que le han dado a Joel en la serie, pues este personaje ha recibido algunas modificaciones, así que tengamos un vistazo al Joel del juego y a nuestro querido Joel Mandaloriano de la serie jeje.
Cuando se detuvo el tiempo
En el inicio del primer juego nos plantean el tipo de interacción que tiene Joel con su hija Sarah, vemos que son muy unidos y bromean y se infiere que Joel cría sólo a su hija, en cuanto a la madre de Sarah es algo doloroso del pasado de Joel que no se profundiza ni en el juego ni en la serie. En este punto el carácter que vemos en Joel es muy similar al visto en la serie incluso diálogos son citados exactamente como en el juego (a lo largo de la serie esto se mantuvo) vemos y vivimos el tenso momento en el que el mundo de Joel cambia para siempre y al igual que él sufrimos cuando hieren a Sarah y termina muriendo. Una de las razones por las que el juego se volvió tan exitoso es por el enganche emocional que genera contigo como jugador, sufres, te sorprendes, te entristeces como los personajes del juego. Este preámbulo de pérdida sirve para entender un poco más al personaje de Joel y porque vemos su cambio a lo largo de la historia.
Cuando vemos a Joel de nuevo años después vemos a una persona mucho más seria, desconfiada y curtida por la hostilidad de lo que se vivió posteriormente al brote de Cordyceps (con las carencias, los campamentos del ejército, la incertidumbre) y sobre todo con una profunda tristeza de haber perdido a su hija. Nos presentan a un personaje que infringe las leyes y toma ventaja de las múltiples debilidades del sistema de "gobierno" creado por FEDRA, y se ha adaptado a todo con tal de sobrevivir, pero aunque nos presenten a un personaje tan antiheróico es innegable simpatizar con él y sentirnos en sus zapatos, pues a final de cuentas es el personaje que controlamos a lo largo del juego y vivimos con él la pérdida de Sarah.
Conforme progresa el juego entendemos que él comienza a ver en Ellie una segunda oportunidad, que puede continuar siendo un padre y que aunque Sarah ya no está ahora lo acompaña Ellie y a pesar de que en un inicio haya sido por un encargo, él debe protegerla, porque al hacerlo está rescatando una parte de si mismo.
Navegando a través de olas erráticas
Perder a un ser querido es un evento altamente doloroso para cualquiera, cuando ese ser es un hijo es especialmente triste por el concepto de lo efímero que fue su paso con nosotros y por lo complicado (aunque a veces no lo parezca) que es traer una vida al mundo. Centrándome en los padres en este momento, Jonas et al. (2019) ₁ mencionan algunos de los rubros en los que los padres se ven afectados: el impacto espiritual, el emocional (la culpa y culparse a sí mismos, el arrepentimiento) y la evolución de la relación con el hijo perdido, porque sí este proceso continúa aunque el hijo ya no esté. Adicionalmente se menciona el reto que es para un progenitor seguir cuidando de otro hijo, este aspecto es muy delicado pues de no llevar un tratamiento adecuado al dolor de la pérdida, las consecuencias pueden repercutir en el hijo/a que continúa con sus padres.
Profundizando más en las experiencias de los padres que habían perdido a un hijo inesperadamente, Bekkering y Woodgate (2019) ₂ realizaron entrevistas con padres que habían perdido a un hijo en el área de emergencias pediátricas de un hospital (derivado de un evento imprevisto), de estas entrevistas obtuvieron 4 principales factores: La aflicción se presentaba en olas, superar las olas de aflicción, el concepto de ser "buen padre" y la nueva normalidad.
Las autoras nos comentan que los padres usaban metáforas relacionadas con el mar para describir como era percibido el dolor, muchos en un principio creían que el dolor sería un tsunami, que el dolor llegaría como un evento único y lo arrasaría todo; pocos pensaron que el dolor se presentaría como olas, a veces de forma tranquila y constante de imprevisto, en otras ocasiones con sentimientos más agudos incitados por un detonante. Dada la naturaleza súbita de la pérdida la primer "ola" se describía en general como un evento apabullante emocionalmente, antinatural y lleno de incredulidad ante la aceptación de la realidad.
Al igual que una piedra que al ser arrojada al agua crea ondas que se mueven en el agua, así sucede también con el dolor, moviéndose a los círculos cercanos a la pérdida y afectando a cada persona de forma particular. Para muchos padres (h) el rol dentro de este dolor era mantenerse estables para atender cuestiones de funerales y ser un soporte para demás miembros de la familia. Bajo este concepto los hombres no podríamos liberarnos del dolor, viviéndolo por los roles que se asumen deberíamos cumplir, de ser siempre "fuertes", pero sin importar el género no debemos privar a nadie de expresar su dolor ante situaciones de este tipo, todos tenemos derecho a sentir y a liberarnos de la carga que el dolor impone.
El concepto de ser "un buen padre" se refiere a saber que cómo padre se hizo todo lo posible para hacer que su hijo/a vivió una vida feliz y con el menor dolor o sufrimiento posible (Woodgate 2006, citado en Bekkering) en el entorno específico de las entrevistas los padres sentían que cumplían su rol estando con sus hijo mientras atravesaban las complicadas situaciones de urgencias, sin embargo, por el entorno hospitalario en la gran mayoría de los casos los padres eran alejados de sus hijos mientras el personal médico o policial (intervención común en caso de fallecimientos pediátricos de urgencias en Canadá) hacía su trabajo. Los padres sentían que fallaban al no estar presentes en los últimos momentos de sus hijos. Esto representa una carga enorme en el sentimiento de culpa de los padres, pues se percibe como que fallaron en ser "buenos padres", lo cuál solo aumenta el dolor que ya es en sí la pérdida.
Tras el fallecimiento el concepto de "buen padre" se adapta a conservar la memoria del hijo perdido, esto también se presentó complicado para algunos padres, pues no podían hablar abiertamente de sus hijos en todos los entornos, esto hacía que su sentimiento de pérdida se sintiera más permanente y que llevara a la negación de la existencia de sus hijos. Esto podría conducir a los padres a entrar en ciclos dónde el dolor fuese la única forma de recuerdo, y eso no es lo ideal en ningún caso. Con el tiempo algunos padres comenzaron a adoptar practicas o tradiciones para mantener el recuerdo de una manera más sana, sin ser esclavos del dolor, celebrar el cumpleaños del hijo perdido o el aniversario de su fallecimiento permitían a los padres recordar a sus hijos. Esto me hace resaltar la importancia del Día de Muertos en la tradición mexicana, si tenemos un poco de dolor por los recuerdos pero es algo que nos permite mantener vivo el recuerdo de aquellos que nos importaron y es una forma más sana y colorida de recordar a aquellos que se nos adelantaron.
Después de navegar en olas erráticas, ¿hay alguna orilla? en la mayoría de los casos sí, esto se refiere al último punto la "nueva normalidad" , el saber que la vida sigue a pesar de haber perdido a un hijo/a, el paso a esta normalidad presenta nuevamente cargas emocionales fuertes para los padres ¿cómo se continúa el camino cuando llevas un dolor profundo por dentro? para algunos padres este proceso se dio comprendiendo que avanzar en sus vidas no querría decir dejar el recuerdo de su hijo/a atrás, esto se presentaba especialmente en padres que concebían un bebé posteriormente, el nuevo bebé llevaba a esperanzas renovadas, pero también a cuestionamientos sobre "traicionar" a su primer hijo.
La terapia es una aliada poderosa ante situaciones de este calibre, recibir ayuda psicológica y contar con un espacio en el cuál se pueda liberar un poco de la carga emocional se convierte en el mejor acompañamiento para asimilar mejor el dolor y seguir adelante. La pérdida se torna en un equilibrio entre los recuerdos y seguir viviendo, teniendo en cuenta cambios en su vida, apreciando más los momentos sencillos de la vida por lo efímeros que resultan ser, dándole más peso a los pequeños destellos de alegría en la vida y alejándose de entornos de mezquindad o "drama".
La brisa y las seis cuerdas
Una vez que tenemos un panorama de lo que es la pérdida un hijo/a podemos entender porque el personaje de Joel se presenta como es en el primer juego, como lo vimos al principio su relación con Ellie era meramente por cumplir un trabajo encargado por las Luciérnagas, conforme avanza el juego lo vemos tener una mayor apertura y cariño hacia Ellie, sin embargo, este proceso se siente un tanto apresurado en la serie (siento que la serie pudo tener 3 episodios más, para permitir un desarrollo mas pausado de ciertas situaciones) y por eso tenemos un Joel de la serie y un Joel del videojuego.
Pero hay que aclarar estamos viendo al mismo personaje y la serie calca escenas directamente del juego, aunque estas licencias tomadas para el formato de serie pudieron darse para hacer una historia más fluida para la televisión, y bajo esta premisa vimos a un Joel un poco más "suave" que en el juego. Poniendo un ejemplo, en el juego Joel es como un coco y en la serie es como una nuez, ambos tienen una cáscara dura, pero intenten abrir un coco arrojándolo con fuerza al piso... Por eso el ver que una persona con un evento del pasado tan doloroso y curtido por un entorno en el que las leyes ya no existen, se abre de forma tan "rápida" y tiene momentos en los que muestra duda, me causó un choque interesante al conocer previamente al personaje del videojuego.
El videojuego como un medio te permite canalizar hacia ti lo que el personaje que controlas "vive", más si el juego tiene un enfoque especial hacia la historia, por este hecho hay géneros que permiten una mayor conexión a nivel personal con el jugador que otros, si bien "The Last of Us" es un juego de acción/aventura con tintes de survival horror (subgénero dentro de la categoria acción/aventura) cuenta con una historia más compleja e inmersiva que otros ejemplos del género, aunque en tiempos más recientes juegos de este género han tenido historias y personajes mucho más desarrollados, lo cuál ha permitido tener juegos más completos que no se enfocan únicamente en el aspecto de gaming y entretenimiento del juego, buscan también llevar un mensaje al jugador.
Y este juego se sustenta mucho en su historia, desde el inicio tan dramático hasta la decisión ética del final, si salvar a Ellie a costa de una posible cura, pero reviviendo el dolor del inicio de la historia, este es uno de los pivotes de la historia del juego y que ha generado innumerables opiniones y artículos al respecto. Se necesitarían muchísimas pruebas previas a tener que sacrificar a Ellie para tener certeza en obtener algo cercano a una cura y por todo el proceso que esto conlleva sacrificar a la fuente de inmunidad como método inicial de este proceso es una decisión incorrecta. Con métodos de neuroimagen y más pruebas de laboratorio la opción de sacrificar a Ellie se vuelve cada vez más remota.
Después de llegar con Tommy, Ellie huye tras escuchar lo que menciona Joel sobre dejarla con él, este momento es crucial en el juego (y se desarrolla de forma diferente) ya que es el punto en el que Joel ya conecta mejor con Ellie y entiende que el mejor lugar para ella es junto a él y tenemos dos momentos emocionales justo antes de llegar al Hospital de Las Luciérnagas, la escena con la jirafa (¡con una jirafa real!) y un momento previo donde Joel comenta lo que era sentir la brisa mientras tocaba la guitarra y promete enseñarle a tocar guitarra a Ellie, este será un detalle fundamental para la esencia del segundo juego y nos dejará lindas escenas en la segunda parte (y el título de este escrito).
Un breve cierre
Espero que este escrito haya dado un vistazo a lo que ocurre en la mente de Joel, el proceso que vivió y a las diferencias sobre su forma de ser en el videojuego y la serie, pienso que Pedro Pascal hizo un gran trabajo interpretando a Joel, aunque creo que si lo pusieron como un personaje mucho más "suavizado" de lo que vemos en el videojuego y que se presenta mucho más vulnerable física y emocionalmente que lo que habíamos conocido antes, lo fundamental del personaje se mantiene intacto, vemos a un hombre roto y que ha sobrevivido a un mundo hostil y apocalíptico, y con lo poco que pudo, cicatrizó un enorme dolor que llevará toda su vida.
PD: El título hace alusión a la canción "Future Days" de Pearl Jam, que Joel toca para Ellie en la segunda parte del juego.
Bibliografía
₁ Jonas D, Scanlon C, Rusch R, Ito J, Joselow M. (2018) Bereavement After a Child's Death, Child Adolesc Psychiatr Clin N Am, 27(4):579-590.
₂ Bekkering HJ, Woodgate RL. (2019) The Parental Experience of Unexpectedly Losing a Child in the Pediatric Emergency Department, Journal of Death and Dying, 84(1): 28-50.
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