Reflexionando sobre juegos de exploración: un mundo hostil

 




Por: Fernando López Solís 


A través de los videojuegos podemos tener diversas experiencias que están fuera de la vida diaria de la actualidad. Podemos pelear con seres intergalácticos, viajar por tierras de ensueño con temática medieval o ser parte de la mafia, según el juego que escojamos. En esta ocasión les quiero presentar una breve reflexión entorno a una de las experiencias que más me han llamado la atención en los últimos meses: la exploración, gestión y construcción de refugios que permiten los juegos de supervivencia. Para lo anterior, contaremos con dos ejemplos que, si bien no son los únicos, los considero hitos en la temática que abordaré: The Forest (Endnight Games, 2018) y la segunda entrega de la saga State of Decay (Undead Labs, 2018). 


Rubens. Romulo y Remo. 1614-1616


Un mundo por colonizar  

Y al inicio ahí estás, en medio de un mundo que no conoces. 

Este inicio es algo común en los dos videojuegos: te sueltan en un ambiente con apenas las herramientas básicas para sobrevivir y con apenas explicaciones sobre lo que te espera. Pero a partir de este punto hay serias diferencias entre ambos juegos: por un lado, en The forest, puedes explorar con cierta tranquilidad, buscar un terreno propicio para instalarte, observar la flora y la fauna de un entorno natural, recorrer un escenario más bien vacío de personajes que, de cierta manera, relaja. Pero no será siempre así de relajado, en algún momento comenzarán los enemigos a llegar...

Por otro lado, en State of Dacay 2, aunque hay un inicio de exploración similar, en este sabes muy bien que no puedes perderte persiguiendo pajarillos, hay zombis por todos lados. En ese sentido, en este videojuego debes de buscar tu refugio con prisa, pues es un mundo postapocalíptico, hostil. En ese sentido, la sensación de emergencia impera sobre el de la contemplación.

Por otro lado, en estos juegos de supervivencia las mecánicas de construcción de refugios y adquisición de recursos son básicos. Más allá de lo realista que pueden o no ser, ofrecen la oportunidad de desplegar el ingenio propio a partir de los recursos que dispongamos y que podamos conseguir. La sensación de triunfo es similar cuando en The forest creas una enorme muralla y trampas para proteger tus refugio y recursos y cuando en State of decay 2 logras creas barricadas, obtienes vehículos. 

State of decay 2: un mundo de zombis

Como puede verse, a pesar de las diferencias entre estos mundos de juego, puede decirse que en ambos se ofrece una sensación de estar sólo en medio de la inmensidad. Lo anterior podría ser similar a la sensación que pudieron tener aquellos primeros humanos que se desplazaban por ambientes variopintos buscando su lugar, formando tradiciones a partir de su entorno, domando el terreno hostil y fundando la civilización como lo hicieron figuras míticas como Rómulo y Remo. 


Afuera todo es hostil...y por eso me encanta 

Navarrete y Molina indican en su artículo La influencia de los videojuegos de contenido apocalíptico en los adolescentes (2015) que los jóvenes se muestran interesados en los universos apocalípticos como vías de escape de su cotidianidad. Lo anterior puede parecer sólo concerniente a uno de nuestros ejemplos, sin embargo, puede aplicarse a ambos. 

En State of decay 2 es claro que el mundo es un lugar destrozado por un apocalipsis zombi en el que los sobrevivientes están en constante asedio, con los recursos limitados y enfrentándose a peligros más terribles que los zombis mismos: el hambre, los otros humanos, la desesperanza. Por otro lado, en The forest, aunque presentan un lugar que parece tener amplios espacios entre la tensión de la batalla y la exploración y gestión, muestra de igual manera un escenario en el que no sobreviviría cualquiera.

Un mundo natural y aparentemente tranquilo

¿Es más fácil sobrevivir en medio de la naturaleza que en un apocalípsis zombie? La respuesta es debatible, pero sin duda en ambos casos se requiere una serie de habilidades que sólo dentro de los videojuegos están al alcance de la mayoría de las personas. Personas, cabe resaltar, que viven en ciudades, que están horas y horas tras una pantalla por trabajo o por la escuela; personas que se aburren de su vida común. 

Y es que parece que uno de los grandes anhelos de los humanos en la actualidad es el de sentir la libertad y el riesgo de un mundo salvaje. Como si quisiéramos recordar aquellos días míticos en los que el ingenio humano era necesario para sobrevivir día a día. Por supuesto, esto con la tranquilidad de que dichas aventuras y sus consecuencias se acaben una vez que apagamos la consola o la PC. 

Pero estas aventuras de exploración no son las únicas. Muy pronto abordaremos otras maneras de explorar mundos de videojuegos que pueden manifestar otros deseos de los jugadores. ¿De qué videojuegos te gustaría que fueran las siguientes entregas?


Referencias  

Eliade, M. (1989). El mito del eterno retorno. 6ª reimp, trd. Ricardo Anaya. Madrid, Alianza Editorial. 

Navarrete-Cardero, L., Molina-González, J.L. (2015). "La influencia de los videojuegos de contenido apocalíptico en los adolescentes. Arte, Individuo y sociedad. 27 (2). 161-178. 

Comentarios

Entradas populares